Cactus

Las cactáceas o cactus son una familia de plantas suculentas, conocidas por sus formas peculiares y adaptaciones a los ambientes áridos y semiáridos. Esta familia de plantas se encuentra principalmente en América, desde Canadá hasta el extremo sur de Argentina, aunque también hay algunas especies en África y Madagascar.

En la actualidad, se conocen alrededor de 2000 especies de cactáceas, que se clasifican en cerca de 150 géneros. Estas plantas presentan una gran diversidad morfológica, aunque su característica más distintiva es la presencia de espinas en lugar de hojas. Las espinas tienen múltiples funciones, desde proteger a la planta de los depredadores hasta regular la temperatura y la humedad.

Las cactáceas también se destacan por su capacidad de almacenar agua en sus tejidos, lo que les permite sobrevivir en ambientes muy secos y áridos. En algunas especies, los tallos y raíces pueden alcanzar tamaños impresionantes para almacenar grandes cantidades de agua.

Otra adaptación importante de las cactáceas es su capacidad de realizar la fotosíntesis con la ayuda de células especializadas llamadas «clorocitos», que se encuentran en la epidermis del tallo. Esta adaptación les permite ahorrar agua al no tener que abrir los estomas durante el día, cuando la pérdida de agua por transpiración es mayor.

Las cactáceas tienen una larga historia de uso por parte de los seres humanos. Muchas especies han sido utilizadas por las comunidades indígenas como alimento, medicina y material de construcción. Por ejemplo, el fruto del saguaro (Carnegiea gigantea) es una fuente importante de alimento para las tribus del desierto de Sonora en Arizona y México.

Además, algunas especies de cactáceas se han convertido en plantas ornamentales muy populares en todo el mundo. Por ejemplo, el cactus de Navidad (Schlumbergera truncata) es una planta de interior muy común en los hogares de todo el mundo durante las fiestas navideñas.

Sin embargo, muchas especies de cactáceas están en peligro debido a la degradación del hábitat, la sobreexplotación y el comercio ilegal. Muchos países han implementado programas de conservación para proteger estas plantas y su hábitat natural.